El día de hoy, escribo sobre un tema que puede tocar fibras sensibles en aquellas personas que, en algún momento dentro de su centro de trabajo, han experimentado situaciones donde han visto o han sido parte, directa o indirectamente de actos, donde se violente derechos de los trabajadores.
Enunciaré algunas situaciones comunes:
-Cuando por falta de control y falta de personal, provocan que no se distribuya correctamente la carga de horas extras de trabajo, afectado la relación del trabajador con su familia, además de someterlo a presión que puede derivar en falta de atención y concentración en su área de trabajo; esto se puede dar más en puestos de confianza.
“El 23 de Octubre de 2020, entró en vigor la segunda etapa de la NOM 035, que tiene como objetivo establecer elementos para identificar, analizar y prevenir los factores de riesgo psicosocial, así como para promover un entorno organizacional favorable en los centros de trabajo. Rige en todo el territorio nacional y aplica en todos los centros de trabajo, de acuerdo con el número de trabajadores que laboran en él.”
-Aunque tengan establecidas funciones precisas con responsabilidades para cada área, muchas veces estos solo quedan en papel, porque en la práctica, no las aplican; orillando al trabajador a descuidar su área, por dar atención a otra; afectándolo, ya que puede caer en responsabilidad en caso de incumplir con el área originalmente asignada.
-Cuando se tiene rara o nula comunicación, acompañado de falta de capacitación.
-Llegan al punto de ahorrar y reducir “gastos”; mantienen en condiciones precarias a sus trabajadores, por ejemplo; proporcionan herramientas, mobiliario, calzado, uniforme de baja calidad; que no permite el cómodo y libre desempeño de sus funciones, dentro del área de trabajo; provocando que muchas veces el trabajador realice la compra tomando de su sueldo, para adquirir las herramientas y equipo con la calidad óptima, para poder cumplir de manera satisfactoria con sus deberes.
-Existen empresas o negocios donde envían a su personal a trabajar sin material y herramientas; incluso, sin prestaciones sociales; afectando severamente al trabajador, pues atenta con un Derecho Humano, contemplada en la Declaración Universal de Derechos Humanos donde dice:
“Art. 22. Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad.”
-Agreguemos el acoso físico o psicológico, que comúnmente se presenta sin importar género, en todos los niveles y áreas dentro de una empresa u organización. Tema que es tocado siempre de forma discreta, por temor a represalias; respecto a esto, les comento que el 25 de Junio de 2021, entra en vigor el C190, Convenio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), sobre la eliminación de la violencia y el acoso en el mundo del trabajo. Hasta el momento sólo han ratificado tres países: Uruguay, Namibia y Fiji.
Para México, el 03 de Julio de 2021, entra en vigor convenio de la OIT, es el C189 Convenio sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos, 2011. Más 67 convenios que están en vigor para nuestro país con la OIT.
Cuando se vulneran los derechos de los trabajadores, lo único que se logra por parte de ellos, es que no exista sentido de pertenencia hacia la empresa u organización, derivando así en relaciones negativas, falta de compromiso y desmotivación.
Como emprendedores debemos de ver más allá.
Al contratar personal; identifiquemos sus fortalezas, su vocación, sus expectativas, sus sueños. Se requiere dejar a un lado el papel de jefe; para implementar vínculos con el personal, con los trabajadores; para que tengan confianza de acercarse y que se sientan escuchados, de esta forma lograremos empoderarlos.
Por ejemplo; si hay que llamar la atención, que sea en privado; y cuando se trate de reconocer su trabajo que sea en público.
Hay que hacer sentir y saber a los colaboradores de todas las áreas; que sus esfuerzos suman, que sus destrezas y habilidades son valiosas.
Seamos coherentes; evolucionemos, no pidamos algo que no damos, o que damos a medias; ese es el poder de un buen líder.
Fuente:
ilo.org. (Organización Internacional del Trabajo).
un.org. (Naciones Unidas).
DUDH (Declaración Universal de Derechos Humanos).
Normatividad: NOM-035-STPS-2018.
¡Éxito!, Nos vemos en nuestro próximo artículo.
L.D. Heidy Vázquez Rodríguez.
Asesor y Especialista en Derecho Civil.
Lic. en derecho con más de 20 años de experiencia en el ámbito legal empresarial.
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