Como un matrimonio, una sociedad de negocios empieza con entusiasmo y
grandes expectativas; y muchas veces termina en peleas y conflictos legales; este
puede ser un ejemplo de lo que te estoy hablando:
Un día Andrea le comentó a Esther, su amiga de toda la vida, por qué no abrían
una agencia de publicidad: ella aportaría la mayoría del capital y su experiencia
comercial, y Esther todo su talento creativo. El tercer miembro del equipo era
Antonio, que dejaría su empleo al mes siguiente y ayudaría en la puesta en
marcha y la búsqueda de clientes.
Se dieron un mes para planear el proyecto. Hicieron un estudio de mercado, un
plan de viabilidad y una oportunidad de mercado, pero las funciones de cada uno
de ellos aún no estaban bien definidas.
El negocio arrancó muy bien. Entre los contactos de cada uno salieron trabajos y
los clientes estaban muy contentos. Los problemas empezaron con las distintas
expectativas personales que tenían cada uno de los socios. Al tercer mes, Antonio
dijo que no estaba contento: no hacía mucho y le surgió otra oportunidad de
trabajo, tuvieron que devolver su parte. El negocio no fue más allá de los seis
meses y tuvieron que cerrarlo.
Encontrar un buen socio de negocios debe ser una de las actividades más
importantes en la puesta en marcha de tu negocio pero que muchos
emprendedores toman a la ligera. Antes de darle el “sí” a tu futuro socio, te invito a
que respondas las siguientes preguntas:
¿Qué necesito de un socio?
¿Cuál es la situación financiera del socio potencial?
¿Cuáles son sus expectativas de tiempo?
¿Su compromiso con el negocio es tan fuerte como el tuyo?
¿Hay algo en la vida personal de tu socio que podría quitarle interés del negocio?
¿Cómo manejaría una situación difícil?
¿Qué preguntas tiene para mí?
¿Cuál es la reputación del socio potencial en la comunidad?
¿Está dispuesto a poner todo por escrito?
¿Realmente necesito un socio?
Es muy importante que definas qué espera un socio del otro y qué roles debe
cumplir cada integrante de la sociedad. Las expectativas, actitudes y capacidades
personales de cada persona, socio o socia, son fundamentales para asegurar su
viabilidad: son aspectos muy personales, pero hay que tenerlos en cuenta y
valorarlos.
También toma muy en cuenta la forma de cómo se tomarán las decisiones.
Determina cómo prever y pactar desde el inicio los métodos de solución de
controversias: desde reuniones periódicas para analizar estrategias, quejas,
expectativas, etc. hasta el sometimiento a arbitraje institucional o una tercera
persona en caso de graves conflictos. Se deberán establecer estándares y
formatos para los distintos procesos del negocio: así se recibe un mensaje
homogéneo y de calidad y se evitarán pequeños conflictos, malestares o
incomodidades.
No esperes a que llegue el momento para definir qué hacer si alguna de las partes
no cumple su compromiso, tanto en términos económicos como en las funciones
que le quedaron asignadas. Cuando no se tiene bien determinada la solución,
siempre considera que una alternativa es la de perjudicar el negocio a corto o
largo plazo, acabando por su disolución. Contar con un abogado siempre es una
excelente opción, ya que te permitirá dejar por escrito los puntos relevantes de la
sociedad y otras cuestiones importantes de dinero (cuánto aporta cada una para
empezar o porcentajes de propiedad del negocio).
En caso de empresas familiares es necesario establecer un protocolo familiar en el
que se regulen de mutuo acuerdo los derechos y obligaciones de cada miembro
del equipo y de la familia, la organización corporativa y las relaciones
profesionales y económicas entre la familia y la empresa. El protocolo familiar
puede servir también de base para regulan las vacaciones, los salarios, las
gratificaciones, etc. temas que normalmente desgastan las relaciones familiares si
no se hablan con claridad.
El papel del socio de negocios no solo se limita a inyectar capital, éste debe
participar activamente en el crecimiento de la empresa y su rentabilidad, atraer
gente talentosa con conocimientos, competencias y talentos, así como aportar
contactos, una cartera de clientes, una selecta lista de proveedores estratégicos y
un conocimiento profundo del mercado.
Si estás por arrancar tu negocio, selecciona bien a tu socio de negocios y define
muy bien las funciones en un contrato de sociedad y si ya cuentas con uno,
fomenta una excelente sociedad para beneficio de ambos y principalmente, del
negocio.
Lic. Maricela Chévez López
Coach de Negocios, Vida e Imagen para Emprendedores
www.maricelachevez.com
WhatsApp: 561307 8179
E mail: info@maricelachevez.com
Facebook: Maricela Chévez Coach
Instagram: @MaricelaChévez
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